Un nuevo viernes...

Como cada viernes tengo una pelea con mi armario, mi cama empieza a parecer una montaña de ropa, cual rastrillo cutre. Después de marear a mi espejo y a mi misma, me decido por unos vaqueros y una camiseta insinuante… Mi espejo sigue trabajando en verme más bella mientras me doy un brochazo por aquí y otro por allá. Me echo perfume, me planto el abrigo y salgo de casa para empezar la noche.

Ya estoy con mis amigas, ¿dónde vamos?, gran pregunta donde las haya! Yo lo tengo claro, ellas casi casi… Al final, vamos a algún sitio nuevo en el cual ya vamos conociendo algunas caras… y si, esta vez tenemos un plan…

Algunas suben a la planta de arriba, las demás nos quedamos en el hueco de la escalera, por si acaso pasara alguien interesante… Estas vuelven abajo… De momento, nada de nada… mis ojos se vuelven locos buscando alguna cara conocida, alguien que conozca con el que no hable hace tiempo, pero nada… no me interesa nadie.

El refrescante sabor de la cerveza me reconforta, ponen esa canción que tanto me gusta, bailamos y hacemos el tonto como de costumbre…

La gente sube y baja por la escalera, pero sigue sin haber nadie interesante, voy a por otra cerveza… hoy me siento seca… Mientras estoy en la barra, alguien da un toque a mi hombro y cuando me doy la vuelta… ahí está, alto, bien peinado y vestido, gran sonrisa… estoy apunto de desmayarme, ¿por qué alguien no me ha avisado de esto? Miro a mis amigas por encima de su hombro, todas sonríen y en sus ojos veo preguntas como “¿Es “él”?, mis ojos las contestan claramente… El sonríe, me pregunta que tal estoy, hace tiempo que no nos vemos… Me invita a la cerveza, pide otra para él y se pone cerca de mi mientras hablamos… Sus ojos me miran con deseo como lo hacen los míos, siento su calor cuando se acerca para hablarme al oído, empezamos a recordar viejos momentos juntos, éramos unos niños, pero todo acabó sin saber por qué…
De repente pone su mano en mi mejilla, me mira a los ojos, se acerca a mi pausadamente, está tan cerca que puedo sentir su olor embriagador, ¡está apunto de besarme!, pero… sin más dilaciones, vuelve a sonar mi despertador…

Si amigos, hoy vuelve a ser viernes… ¿tendré el lunes algo tan interesante como para contároslo? Ojala sea así, pero no os lo contaré por aquí, eso es sólo para mi gente y, a veces, sólo para mi…